RABIA: ¿QUÉ ES? CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTOS

La rabia es una enfermedad viral grave que afecta a mamíferos, incluyendo a los seres humanos. Aquí tienes información sobre sus causas, síntomas y tratamientos:

• Causas:

La rabia es causada por el virus de la rabia, que pertenece a la familia Rhabdoviridae y al género Lyssavirus. El virus se encuentra principalmente en la saliva de los animales infectados y se transmite a través de la mordedura o el arañazo de un animal infectado. Los animales más comunes que pueden transmitir la rabia incluyen perros, gatos, murciélagos, zorros y otros animales salvajes.

• Síntomas:

Los síntomas de la rabia pueden variar y generalmente ocurren en dos etapas:

Etapa inicial (síntomas no específicos): Los síntomas iniciales pueden incluir fiebre, malestar general, dolor de cabeza y debilidad. También es posible que haya irritación en el sitio de la mordedura.

Etapa avanzada (síntomas neurológicos): A medida que la enfermedad progresa, los síntomas neurológicos pueden aparecer. Estos pueden incluir excitabilidad extrema, agresión, alucinaciones, dificultad para tragar debido a espasmos musculares, parálisis y confusión. La persona afectada puede desarrollar aversión al agua debido a la dificultad para tragar, lo que lleva al término común «hidrofobia».

• Tratamientos:

La rabia es casi siempre fatal una vez que aparecen los síntomas clínicos, por lo que la prevención es fundamental. Si se sospecha que alguien ha estado expuesto a la rabia, es importante tomar medidas inmediatas:

Lavado de heridas: Si una persona es mordida o arañada por un animal, la herida debe ser lavada con agua y jabón durante al menos 15 minutos. Esto puede ayudar a reducir la cantidad de virus presente en el sitio de la mordedura.

Vacunación postexposición: Después de una posible exposición a la rabia, se administra una serie de vacunas antirrábicas para ayudar a prevenir la infección. Esto debe hacerse lo antes posible después de la exposición.

Vacunación previa: La mejor manera de prevenir la rabia es mediante la vacunación previa. Las personas que tienen un riesgo potencial alto de exposición, como veterinarios y trabajadores de la salud animal, deben recibir la vacuna contra la rabia de manera regular.

Es importante destacar que una vez que aparecen los síntomas neurológicos de la rabia, la enfermedad es casi siempre mortal. Por lo tanto, la prevención, la educación sobre la interacción con animales y la búsqueda de atención médica inmediata después de una posible exposición son fundamentales.