¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA?

Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un grupo de trastornos del neurodesarrollo que afectan principalmente la comunicación, la interacción social y el comportamiento de una persona. Estos trastornos se caracterizan por un amplio rango de síntomas y niveles de gravedad, lo que ha llevado al término «espectro» en su nombre. Las personas con TEA pueden tener una variedad de habilidades, desafíos y características únicas.

Algunos de los síntomas comunes asociados con los TEA incluyen:

• Dificultades en la comunicación: Puede haber dificultades en el desarrollo del habla y el lenguaje, como retrasos en la adquisición del lenguaje, dificultad para iniciar o mantener conversaciones, y uso repetitivo o inusual del lenguaje.

• Dificultades en la interacción social: Las personas con TEA pueden tener dificultades para establecer relaciones sociales y comprender las señales sociales, como expresiones faciales y lenguaje corporal. Pueden preferir actividades solitarias y tener problemas para entender y responder a las emociones de los demás.

• Patrones de comportamiento repetitivos: Los comportamientos repetitivos y restrictivos son comunes en las personas con TEA. Esto podría manifestarse en movimientos repetitivos, interés obsesivo en ciertos temas o actividades, y resistencia al cambio.

• Sensibilidades sensoriales: Las personas con TEA pueden tener sensibilidades sensoriales, lo que significa que pueden reaccionar de manera intensa o inusual a ciertos estímulos, como luces brillantes, ruidos fuertes o texturas específicas.

• Intereses y actividades especializadas: Muchas personas con TEA tienen intereses intensos y enfocados en áreas específicas. Estos intereses a menudo son profundos y pueden ser una fuente de habilidades excepcionales.

Es importante destacar que cada individuo con TEA es único, por lo que los síntomas y las necesidades varían ampliamente de una persona a otra. Algunas personas en el espectro pueden requerir apoyo significativo en su vida diaria, mientras que otras pueden tener una mayor independencia.

El diagnóstico de los TEA se basa en la evaluación clínica de un profesional de la salud, como un psicólogo o un psiquiatra, y suele involucrar la observación de los comportamientos y la historia del desarrollo del individuo. El tratamiento y el apoyo para las personas con TEA también pueden variar según las necesidades individuales, pero a menudo incluyen terapia conductual, terapia del habla y del lenguaje, terapia ocupacional y otros enfoques centrados en el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas.