Comienza la cumbre destinada a prevenir el colapso de la Amazonia

En enero de este año, Gustavo Petro y Lula da Silva anunciaron que se llevaría a cabo una cumbre de países amazónicos en Belém do Pará, Brasil, en agosto. Esta cumbre estaría enmarcada dentro de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). El objetivo principal es alcanzar un acuerdo que evite el colapso de la Amazonia y prevenga el punto de no retorno, en el cual los bosques tropicales de la región se conviertan en una sabana sin capacidad de regeneración, según lo señalado por los científicos.

Hoy comienza en Leticia la construcción de las bases de ese acuerdo, donde los ministros de ambiente de cada país trabajarán en la preparación del acuerdo que posteriormente se discutirá en Brasil. La plenaria de clausura contará con la presencia de Gustavo Petro y Lula da Silva.

En el Amazonas colombiano, se abordarán cinco temas con el objetivo de recopilar información técnico-científica para garantizar que las decisiones tomadas estén respaldadas por datos concretos. Según Luisa Bacca, coordinadora de Incidencia y Comunicaciones de la Fundación Gaia Amazonas, la precumbre establece una conexión entre la ciencia y el conocimiento indígena para la toma de decisiones. Se busca encontrar una forma de combinar el conocimiento científico con los saberes tradicionales, de manera que, al sumar estas perspectivas, se puedan construir soluciones efectivas.

Según la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, en Leticia se establecerá un plan claro y un proceso político con el objetivo de salvar la Amazonia en medio de la crisis climática. La ministra citó estimaciones que indican que si se supera el 20% de deforestación, se perderá la capacidad de regeneración de los bosques. En la actualidad, la deforestación en la Amazonia se encuentra en un 17%, según puntualizó la ministra.

Con el fin de recopilar propuestas y experiencias, se han establecido espacios en los que se escuchará a gobiernos locales, autoridades indígenas, institutos de investigación, universidades, cooperantes internacionales, sociedad civil y sector privado de los ocho países involucrados. Los temas a tratar incluyen delitos ambientales y deforestación, gestión de información, biodiversidad, gobernanza de los pueblos indígenas, y bioeconomía y ciudades sostenibles.

Uno de los puntos que según Bacca merece una atención especial es el de los delitos ambientales, el cual considera que debe abordarse de manera regional. Bacca destaca la problemática de la minería ilegal de oro en la región amazónica y la necesidad de una respuesta conjunta por parte de los distintos gobiernos. Según ella, para abordar eficazmente esta problemática, que tiene impactos en la salud de las comunidades y la contaminación de los ríos, se requiere una estrategia que trascienda las fronteras nacionales y tenga un enfoque regional.

Según Bacca, esto implicaría establecer rutas y compromisos específicos que aborden tanto los aspectos sociales como económicos, ya que se requieren alternativas para las comunidades en los territorios, quienes suelen ser el eslabón más vulnerable de las cadenas delictivas.

La Fundación Gaia Amazonas también enfatiza la importancia de que los países asuman compromisos para alcanzar las metas globales relacionadas con el cambio climático y la conservación de la biodiversidad. En el caso de esta última, consideran fundamental abordarla desde una perspectiva regional.