
«La semana pasada, la frase ‘El agua es esencial para la vida, no para el fracking’ resonó en las protestas de diversas comunidades que se movilizaron desde sus territorios para defender el agua, la tierra y la biodiversidad. Esta declaración representa la persistencia de una lucha de la sociedad civil que ha durado casi una década, y que ha logrado generar un debate público sobre la necesidad de prohibir prácticas extractivas que amenazan nuestros ecosistemas y nuestra seguridad alimentaria».
«Incluir en la agenda este asunto de gran importancia para el país nos enfrenta a un desafío significativo. Por eso, como Gobierno, hemos estado respondiendo a este llamado popular desde el 7 de agosto de 2022, convencidos de que el cambio se basa en nuevas oportunidades y en una visión de país que promueve las energías limpias y una transición energética justa.
En este sentido, por primera vez, el gobierno respalda el proyecto de ley que prohíbe el fracking y la exploración y producción de hidrocarburos no convencionales en el país. Este proyecto fue presentado por movimientos sociales liderados por la Alianza Colombia Libre de Fracking, junto con más de 80 congresistas. Ya ha sido aprobado por el Senado de la República y está avanzando en su proceso de aprobación en la Cámara de Representantes, a la cual instamos enfáticamente a respaldar esta iniciativa.
Numerosos estudios sobre los impactos en otros países que han implementado el fracking y las técnicas no convencionales durante 10 o 15 años han demostrado que estas prácticas causarían daños a los ecosistemas, la calidad del suelo, la pesca artesanal y la agricultura, además de generar graves problemas de salud en las comunidades cercanas.»
«No tiene sentido que, si aspiramos a emprender una transición energética justa, profundicemos nuestra dependencia de los combustibles fósiles mediante técnicas que conllevan una alta incertidumbre y un impacto significativo.
Este debate va más allá de los daños socioambientales ya comprobados; es una conversación que debemos situar en el contexto de la crisis climática actual, la visión de desarrollo de nuestro país y la forma en que deseamos habitar nuestras tierras.
La ciencia nos alerta que los próximos cinco años serán los más cálidos jamás registrados y que no alcanzaremos el objetivo de mantener el aumento de la temperatura del planeta por debajo de 1.5°C si persistimos en la producción de combustibles fósiles.»
Se estima que se requieren 44 millones de litros de agua para fracturar la roca y explorar un pozo de fracking con una vida útil de tres a seis años, la misma cantidad de agua que consume una población como Puerto Wilches en 10 días.
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