El cuidado personal es importante para mantener una buena salud.
Principalmente la higiene bucal, un aliento fresco no solo contribuye a una mejor interacción social, sino que también ser un indicativo de una buena salud, existen una serie de enfermedades dentales muy frecuentes, las cuales pueden ser evitadas y controladas mediante visitas y revisiones frecuentes en nuestro dentista. Estas son algunas alertas:
• Caries, suelen ser provocadas por una mala higiene dental. Esta enfermedad se presenta como una serie de grietas en nuestros dientes y si estas empeoran pueden llegar incluso a atacar los nervios de nuestros dientes.
• Gingivitis, se manifiesta por medio de inflamaciones de encías por el mal cuidado de los dientes. Si no tienes un buen cepillado dental, esto puede empeorar provocando una periodontitis.
• Periodontitis, los síntomas son similares a la gingivitis, pero es más grave. Si dejas incrementar la placa y el sarro puede incluso ocasionar la pérdida del propio diente.
• Halitosis, la mala higiene o el tabaquismo provoca el mal aliento. Para este tipo de enfermedades es recomendable una buena higiene y una limpieza dental anual.
• Herpes y alfas, los herpes son virus que aparecen como ampollas llenas de líquido, se suelen contagiar y son de por vida, aunque no estén siempre manifestándose. Las alfas son similares a los herpes, circulares y blancas, pero no son contagiosas y están situadas en el interior de la boca.
• Maloclusión, mala colocación de los dientes. Casi el 90% de la población tiene este problema, pero puede solucionarse por medio de la ortodoncia.
• Hipomeniralización de los incisivos y molares. Afectan al esmalte dental, donde incisivos y morales son más sensibles debido a una alteración de los mismos durante su etapa de crecimiento o maduración.
• Cáncer bucal, se genera por inadecuada limpieza bucal. Afecta a labios, lengua, flujo savial, encías o paladar y es detectado por una larga duración de ulcera o inflamación.
• Quistes, cavidad poco normal con carácter benigno y que puede contener pus. No suele acarrear problemas y el dentista lo suele extraer de forma sencilla, aunque a veces se pueden presentar excepciones o situaciones más complejas.
• Pulpitis, una inflamación causada por una caries.
Aquí hay algunas sugerencias para mantener un aliento fresco:
• Cepillado regular: Cepilla tus dientes al menos dos veces al día, preferiblemente después de las comidas, usando pasta dental con flúor. Esto ayuda a eliminar los restos de alimentos y la placa bacteriana que pueden contribuir al mal aliento.
• Cepillado de lengua: La lengua puede albergar bacterias que causan mal aliento. Utilice un cepillo de dientes con cerdas suaves o un raspador de lengua para limpiarla suavemente después de cepillarte los dientes.
• Hilo dental: Utiliza hilo dental diariamente para limpiar entre los dientes y eliminar los restos de alimentos que el cepillado no puede alcanzar. Estos restos pueden contribuir al mal aliento.
• Enjuague bucal: Usa un enjuague bucal antibacteriano después de cepillarte y usar hilo dental. Esto puede ayudar a matar las bacterias que causan el mal aliento y refrescar tu boca.
• Mantente hidratado: Beber agua periódicamente ayuda a mantener la boca hidratada ya eliminar las bacterias y los restos de alimentos. La secuela bucal puede contribuir al mal aliento.
• Evite alimentos ciertos: Alimentos como cebollas, ajo y especias fuertes pueden contribuir al mal aliento. Limitar su consumo puede ayudar a mantener un aliento más fresco.
• Evita el tabaco y el alcohol: Fumar y consumir alcohol pueden causar mal aliento, además de tener otros efectos negativos en la salud bucal.
• Visitas regulares al dentista: Programa visitas regulares al dentista para chequeos y limpiezas profesionales. El dentista puede identificar y abordar problemas de salud bucal que pueden contribuir al mal aliento.
• Chicles sin azúcar: Masticar chicles sin azúcar puede ayudar a estimular la producción de saliva, que ayuda a mantener la boca limpia y fresca.
• Alimentos ricos en fibra: Consumir alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras crujientes, puede ayudar a limpiar los dientes y estimular la producción de saliva.
Si a pesar de seguir estas medidas persiste el problema, podría ser un signo de un problema de salud subyacente, como enfermedad periodontal, infecciones en la boca o problemas gastrointestinales. En tales casos, sería aconsejable consultar a un profesional de la salud, como un dentista o un médico, para una evaluación más completa.
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